Tuvieron que pasar algunos meses hasta que llegó el momento: DS Smith De Hoop B.V. fue el primer usuario en monitorizar los niveles de los IBC / GRG con el VEGAPULS Air 23. Estos sensores inalámbricos y autosuficientes de VEGA son económicos, flexibles y seguros, y se pueden instalar rápidamente mediante «plug and play». Durante su desarrollo, la eficiencia energética fue la principal prioridad. Para ello, se ha logrado la combinación perfecta entre el rendimiento de la medición, la transmisión inalámbrica de datos y el consumo de energía. En combinación con unos ciclos de medición optimizados, las baterías incorporan una gestión de energía que garantiza un tiempo de funcionamiento de hasta 10 años. Por lo tanto, los sensores se pueden usar de manera fiable en una amplia variedad de situaciones en las que se tengan que medir los niveles y, gracias a los adaptadores adhesivos o al montaje por correa flexible, son muy fáciles de colocar en los IBC / GRG.
La tecnología radar permite medir desde el exterior, por lo que el contenedor de plástico IBC / GRG no tiene que abrirse ni modificarse. Con una instalación sencilla en pocos pasos, esta solución puede permanecer en el contenedor de forma permanente. El nivel del líquido se transfiere independientemente del lugar en el que se encuentre el contenedor. El rango de medición fijo es de 1,2 m y el intervalo de medición y transmisión es de seis horas.
Incluso cuando están apilados, los sensores de VEGA miden el nivel y la posición actuales varias veces al día en cada uno de los contenedores, y transmiten estos datos de forma inalámbrica a la nube, por lo que son idóneos para aplicaciones de IIoT. El valor medido por los sensores también se puede transmitir al
VEGA Inventory System por la red móvil (NB-IoT/LTE-M1).